Para quienes no sepan de qué se trata, un baby shower es una reunión que se realiza para despedir el embarazo y celebrar la llegada al mundo del futuro bebé.
Siempre hay un buen motivo para festejar, y más si es la llegada de un bebé. Como ejemplo, los baby showers, fiestas para despedir el embarazo y homenajear al bebé por nacer.
La costumbre de “despedir la panza” es común en los Estados Unidos y
se ha colado en algunos países de Latinoamérica llegando a Argentina,
donde es lo último.
La idea es reunirse con amigas y familiares para agasajar a la
embarazada antes de convertirse en mamá y celebrar la próxima llegada
del bebé colmándolo de regalos para completar el ajuar.
¿De qué se habla en la fiesta? De bebés, claro. Se habla del nombre
que tendrá, se enseñan las últimas ecografías y se comparten
experiencias y anécdotas de embarazos y partos.
Por supuesto, las invitaciones tienen motivos de bebés, la
decoración también, se realizan juegos y como en cualquier celebración
que se precie hay una tarta (o torta), también alusiva.
Lo clásico es la “tarta de pañales” una especie de piñata que
también cumple la función de centro de mesa que esconde pañales y
regalos para el bebé.
Algunas futuras mamás prefieren recibir todos los regalos antes del
nacimiento, así saben con lo que cuentan y qué necesitan comprar.
También se evitan los agobios de visitas en el hospital, ya que
prefieren intimidad en el momento posterior del parto y también
tranquilidad.
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